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Antonio de Mendoza fue el primer virrey de la Nueva España. Llegó a México en 1535 con la tarea de disminuir el poder de los conquistadores, particularmente de Hernán Cortés y de Nuño de Guzmán.
Casi desde su llegada al Nuevo Mundo le contaron que al norte del continente existían Siete Ciudades de Oro en una tierra que los indígenas llamaban Cíbola.
Un franciscano de Saboya cuyo nombre era Marcos de Niza aseguraba en el púlpito de las iglesias de México la existencia de dichas ciudades. Y Hernán Cortés, por su parte, organizaba expediciones marítimas para llegar a ellas.
Encantado por estos míticos relatos, y con el objetivo de llegar al Cíbola antes que Cortés, el virrey Mendoza organizó la campaña más grande de esos tiempos compuesta por una expedición por tierra y otra por mar. Y para mejor asegurar el éxito, hizo una alianza con Pedro de Alvarado, gobernador de Guatemala, con quien compartiría los gastos y el botín.
Sin embargo, el destino escribió una partitura en bemoles. ✔
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