Diego Pérez De la Torre: el juez de residencia clave en la historia de la Nueva Galicia y el juicio de Nuño de Guzmán

La vida heroica de Juan Pablo de Carrión

El capitán Juan Pablo de Carrión tuvo todo en la vida, menos paz. Navegó el Océano Pacífico desde sus 14 años, conoció el naufragio y la guerra, pero también durante 10 años fue tesorero del arzobispo de Toledo. Fue perseguido y capturado por la Inquisición y al final de su vida venció, contra todo pronóstico, a piratas asiáticos que eran samurái.

Juan Pablo de Carrión como alcalde mayor del puerto de La Navidad en 1561. Ilustración de Pablo Cyril Regalado Mahias


Su primera vuelta al mundo

El 31 de octubre de 1527, a sus 14 años, el joven Juan Pablo de Carrión emprendió la travesía del Océano Pacífico en una flota capitaneada por Álvaro de Saavedra Cerón. La expedición, compuesta de tres navíos, estaba financiada por Hernán Cortés, quien había dado indicaciones precisas de llegar a las Molucas y de regresar a la Nueva España de donde habían zarpado para establecer una comunicación permanente entre México y Asia.


Durante la travesía, la flota perdió dos de sus tres barcos y solamente El Florida logró amarrar en las Molucas después de pasar por Nueva Guinea. Cargaron clavo de olor y los sobrevivientes emprendieron el regreso a la Nueva España. Pero no lo lograron, vientos furibundos y corrientes contrarias los regresaban a la Nueva Guinea a cada intento. Lo peor llegó cuando una tormenta despiadada dio la muerte al capitán Álvaro de Saavedra. Después de intentar nuevamente el retorno y de fracasar de nuevo, los sobrevivientes fueron apresados por los portugueses.


Su segunda vuelta al mundo

El 01 de noviembre de 1542, Juan Pablo de Carrión se embarcó otra vez en la Nueva España, ahora desde el puerto de La Navidad, en una expedición marítima que tenía como objetivo llegar a las islas Filipinas y colonizarlas, estableciendo un poblado español permanente. En esta ocasión, el capitán responsable de la flota era Ruy López de Villalobos, sobrino del virrey Antonio de Mendoza, quien corrió a cargo del financiamiento de la empresa. 


Como en una película de terror, la navegación comenzó serena y placentera, sin ningún sobresalto ni cosa que mereciera contarse. Pero conforme avanzaban los días con sus noches surgían inconvenientes que más que eso parecían anuncios de desgracia. Lograron llegar a las islas del sudeste asiático pero no encontraron ningún buen sitio para establecerse, y todas las veces que buscaron las corrientes marítimas para retornar a la Nueva España, fracasaron. Lo intentaron por el norte y por el sur, pero siempre eran empujados hacia atrás.

El hombre melanesio es un dibujo de Pablo Cyril Regalado Mahias. Aparece en el libro Crimen a medianoche en el puerto de La Navidad, 1561

Sufrieron hambres tan agudas que no dudaron en comer sabandijas e insectos desconocidos que trastocaron sus sentidos y los volvieron locos, aunque de manera pasajera. En cierta ocasión naufragaron en una tierra del sur, donde vieron hombres con apariencia de mulatos pero con pelo y barbas rubias y pelirrojas. Midieron sus fuerzas con los isleños que usaban arcos y flechas envenenadas, hasta que fueron apresados por los portugueses, quienes después de un tiempo los despacharon a Europa por el camino de la India y de África.


Su vida en Toledo

Precisamente, después de esta experiencia desastrosa, Juan Pablo de Carrión llegó a España en un barco portugués, realizando por segunda vez la vuelta al mundo, y se instaló en Toledo, donde se convirtió por 10 años en tesorero del cardenal Juan Martínez Silíceo. Fue en ese tiempo cuando conoció al príncipe Felipe, pues su preceptor era el arzobispo de Toledo, para quien trabajaba. También por esos días fue cuando conoció a su primera esposa, vecina de Triana, llamada María de Salcedo y de Sotomayor.


Cuando se convirtió en rey, Felipe II ya conocía a Juan Pablo de Carrión y sabía de su experiencia en las cosas del mar. Así que cuando instruyó la navegación a las Filipinas para fundar ahí una gobernación española, pensó en él para supervisar y acelerar la construcción de la flota en el astillero del puerto de La Navidad. En 1559, el capitán Carrión llegó al puerto investido con el cargo de alcalde mayor. Pero cuando la flota partió rumbo a Filipinas, en 1564, Juan Pablo de Carrión no se embarcó por diferencias con Andrés de Urdaneta, según dijeron.


Perseguido por la Inquisición

Así que Carrión se quedó en tierra y se convirtió en criador de ganado en la Nueva España, donde se casó con una viuda vecina de la villa de la Purificación, recientemente fundada por los conquistadores. No sabemos cómo, pero María de Salcedo se enteró de este matrimonio y acusó a su marido por ello ante el tribunal de la Inquisición, cuyo brazo llegaba lejos, pues logró encontrar al capitán, tomarlo preso y regresarlo a Sevilla, donde fue obligado a hacer vida maridable con la denunciante. Era 1571.


Poco tiempo después, Juan Pablo de Carrión se embarcó de nuevo en el Guadalquivir, desembarcó en Veracruz, pasó por México, llegó a Acapulco, subió al galeón de Manila para arribar a las Filipinas después de atravesar nuevamente las aguas del Océano Pacífico. En 1582, con inferioridad numérica enfrentó a unos piratas asiáticos entre los que había temibles samurái. En la batalla de Cagayán los venció con estruendo y su nombre adquirió una celebridad insospechada que resuena hasta el día de hoy.

Comentarios