Diego Pérez De la Torre: el juez de residencia clave en la historia de la Nueva Galicia y el juicio de Nuño de Guzmán

El testamento de Nuño de Guzmán

Cierta historiografía malintencionada ha dicho mucho mal de Nuño Beltrán de Guzmán; y en su afán por oscurecerlo aún más, no ha dudado en mentir. Una de esas mentiras ha sido sobre su muerte: se ha dicho que había fallecido encarcelado en Torrejón de Velasco en 1544. En realidad, murió en la calma de su casa y al lado de su esposa.

Es cierto que Nuño de Guzmán fue encarcelado en México, en enero de 1537, bajo la mirada impasible del virrey Antonio de Mendoza, y fue puesto en la cárcel pública donde, según las palabras de Guzmán, estuvo durante 18 meses y 18 días. Así, desde la prisión tuvo que enfrentar el juicio de residencia como gobernador de la Nueva Galicia a través de su abogado Antonio de Zárate. De esa prisión de la ciudad de México, Nuño de Guzmán fue enviado a España y nunca más regresó al nuevo mundo.


Gracias a su testamento sabemos que en los últimos días de su vida era vecino de Guadalajara pero vivía en Valladolid, donde rentaba un aposento y donde servía como contino en la corte real. 


Él mismo llevó su testamento a Francisco Zerón, escribano de número de Valladolid, el 19 de octubre de 1558. Se presentó y dijo llamarse Nuño Beltrán de Guzmán. El escribano consignó que el hombre que entregaba el documento en un sobre cerrado y sellado estaba enfermo pero que conservaba una completa lucidez. Una semana más tarde, el 26 de octubre, falleció en presencia de Sabina de Guzmán, su esposa.


Al regresar de México, Nuño de Guzmán había pasado su vida en los tribunales, en pleitos que lo enfrentaban a Hernán Cortés, pero sobre todo en procesos judiciales con los que buscaba recuperar su salario como gobernador de Pánuco. En su testamento aseguró que le debían “casi todo el salario, como parecerá por los libros de los oficiales”. Y como gobernador de la Nueva Galicia dijo lo siguiente: “no tengo recibido más de tres mil ducados y librados diez mil castellanos y no recibidos, y me está por librar un año y cuatro meses”.

También había peleado por recuperar sus encomiendas de la Nueva Galicia, es decir, los tributos que varios pueblos indígenas debían entregarle como conquistador y que cuando fue puesto en prisión pasaron a las arcas reales. En su testamento se refirió a ello con las siguientes palabras: “mis indios y vasallos con los frutos y rentas de ellos desde el día que se me quitaron, por descargo de su real conciencia”.


Más allá de estos reclamos, su testamento revela que Nuño Beltrán de Guzmán llevaba en Valladolid la vida de un mayorazgo austero pero sin pasar penurias. Sus preocupaciones cotidianas eran las de ir al sastre, al joyero, al zapatero, aunque con su mente poblada de recuerdos de su vida en las Indias.


Tenía un esclavo, llamado Francisco, a quien dejó su libertad como herencia desde el día de su muerte. A su esposa Sabina de Guzmán heredó las joyas y su recámara. Según documentación conservada en el Archivo General de Indias, en 1561 Sabina de Guzmán todavía continuaba con procesos judiciales para recuperar los salarios que le debían a su difunto esposo como gobernador de Pánuco y de la Nueva Galicia. En ese archivo también se conservan cartas que Gómez Suárez de Figueroa, hermano de Nuño de Guzmán y embajador de España en Génova, envió a Francisco de los Cobos y al emperador Carlos V directamente, intercediendo por los asuntos de su hermano.


En su testamento, Nuño de Guzmán también tuvo un pensamiento para su hermano Suárez de Figueroa, a quien pidió que se entregara todo el dinero que le llegara de las Indias, “por lo mucho que le debo”, asentó.


Queda claro, pues, que Nuño Beltrán de Guzmán murió, es cierto, con un sentimiento de injusticia y falta de reconocimiento hacia su persona por parte de la corona española, pero en la tranquilidad de su hogar, al lado de su esposa Sabina de Guzmán y de su esclavo Francisco en 1558 y no en la cárcel de Torrejón de Velasco en 1544. ✔


Nota bene: en un libro coordinado por Luis René Guerrero Galván y Alonso Guerrero Galván se encuentra disponible mi capítulo titulado “Nuño Beltrán de Guzmán, conquistador y gobernador de la Nueva Galicia”.

Comentarios